Exitosas

9 hombres cuentan por qué recurren a la prostitución : y prefieren la callejera

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Entre los miles de clientes que cada mes contratan los servicios de mujeres que se dedican al lucrativo, y para algunos denigrante, negocio de la prostitución se camuflan hombres que dejan de verlas como un mero objeto. Hacen de lado el sexo y se enamoran. Me han traído rosas, chocolates y hasta ropa interior. Eso sin contar con la dificultad que tienen varios de ellos para reconocerlo. Lo que no deja de sorprender es que cerca de la mitad de los amorosos 37,8 por ciento son hombres casados. Esa condición, a la hora de hablar de amor, cuenta. Riesgo afectivo, latente Y si los clientes entregan el corazón, ellas también.

Entre y de ellas mujeres, hombres y trans recorren cada noche el alfoz de Santa Kilda, un mercado guía del sexo que se ha convertido en el gran punto de encuentro en la región. A unos kilómetros de Santa Kilda, otro nuevo alhóndiga del sexo ha surgido. Se encuentra en Dandenong, a casi 40 kilómetros del centro de Melbourne, un bario obrero donde la precariedadla drogadicción y la adicción al juego asolan el futuro de sus vecinos. Esto, que podría parecer un elemento disuasorio, ha provocado que muchos hombres en búsqueda de sexo acudan a Dandenong en lugar del abarrotado y peligroso Santa Kilda. Alrededor de una cabina de teléfono situada en la calle que separa la zona de negocios de la de apartamentos, un puñado de mujeres se pasean en busca de clientes. Que lo hacían, ante todo, por autenticidad. Es decir, algo analógico a conocer a una chica, ligar con ella, y acostarse juntos. Estos han conseguido el siempre complicado explosión a nueve clientes gracias a una peculiar estrategia: las prostitutas de Dandenong han sido su puerta de explosión, al preguntar a aquellos que habían recurrido a sus servicios sexuales si estarían dispuestos a responder a un puñado de preguntas, todo por el bien de la ciencia.

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