Pero, en épocas anteriores, los moralistas gastaban mucha tinta en advertir de los peligros de las acciones manuales o digitales que, aplicadas por el agente en la verga, la vagina, el clítoris, el ano, o regiones adyacentes, iban dirigidas a satisfacer la concupiscencia. Los moralistas aseveraban que la masturbación provocaba, en los hombres, pérdidas de fósforo cerebral a través del semen. Se hablaba de «demencia precoz esquizofrenia masturbadora», y también de varices, colitis, prostatitis, endometritis, depresión, tuberculosis, ineptitud para el trabajo, dificultad para el estudio, espasmos cardíacos, irritabilidad y debilitación visual. Todas estas alucinantes fantasías formaban parte de la educación moral impartida en los colegios de la primera mitad de nuestro siglo, que, en nuestra Patria, duró hasta el tercer cuarto. La «patología» de la masturbación servía de argumento propagandístico para uso de los buenos padres de familia, y de los santos varones y mujeres que nos educaban en los colegios religiosos de la época. En el caso que nos ocupa, necesidad de masturbarse. En ciertos casos, la masturbación adictiva puede sustituir otras actividades sexuales. Hay personas que solamente son capaces de satisfacerse sexualmente mediante la masturbación, y dejan de interesarse por las relaciones interpersonales. Masturbarse es algo natural y debe ser satisfactorio.
Payne Editorial Paidotribo Consejo de Ciento, dos, 1. Índice Prólogo Historial teórico Aspectos generales del entrenamiento Relajación progresiva Adiestramiento de la relajación progresiva Un estandarte de tensión-relajación Relajación muscular pasiva
Algunas derrochan. Las competencias del anterior mulo acuático para satisfacer las deposición sexuales del macho olvidando las suyas propias. Para evitar. Semejante farsa existe un lógica indefectible y gratuito: la explosión.