Exitosas

Esclava De Ama Orina

Ama buscan 569005

Antes honrado y raído que ladrón y bien vestido. Antes poco y honrado que mucho y robado. La vida larga o corta, que sea buena es lo que importa. Otros aspectos positivos de la honradez. A manos lavadas.

Jesucristo nos llamó a libertad. Vamos a analizar algunas de las equivocaciones que dejan a los creyentes en cadena. Hay los que fueron enseñados que la salvación es por gracia empero que se puede perder la beatitud si no hacen su parte. Cuando es así, ellos no pueden apoyar en la obra completa de Jesucristo. Siempre hay la preocupación de que pueden perder su salvación. Tal tiempo hay versículos en la Biblia que les dan razón por pensar así, pero tenemos que interpretarlos a la luz de otros versículos que nos aseguran que es Cristo que nos salva, y no nosotros mismo.

Siempre me han atraído las realidades misteriosas, la magia de países lejanos, el encanto de una amante maravillosa, conocida solamente en sueño. Ahora, necesito la presencia de una mujer altiva que entre en mi vida, para controlarme y tratarme como objeto de sus deseos. Me atrae la llamada de la tiranía de una mujer acerbo, capaz de dominarme. Recuerdo cuando, en la pubertad, soñaba con estar amarrado, desnudo, al vientre de un heroína de tiro. Los veía pasar por debajo de mi ventana, con su paso lento y los movimientos majestuosos de las nalgas, los veía actuar sus necesidades con potentes chorros y me imaginaba un contacto físico inútil. Hoy admito que la idea me da un poco de miedo, empero a los doce años me parecía muy emocionante. Mis pensamientos miran con impaciencia a los pies de mi señora que juegan implacables con mi sexo, con todo mi cuerpo, después de que me ata, haciéndome impotente a cualquier iniciativa propia. Adoraré cada parte de tu cuerpo, hundiré mi rostro en tu regazo, firmemente alcanzado entre tus muslos, mientras me excitas y atormentas.

Publicada por primera vez en Levante ensayo es simplemente eso, un experimento de ensayar e imaginar la posible estructura del archivo del rostro prisionero. Anthony van Dyck, La princesa Henrietta de Lorraine National Portrait Gallery, Londres. John Trumbull, George Washington Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Legado de Charles Allen Munn,

Click to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.