Esclavo financiero Sumiso financiero. Todo empezó con una llamada, como tantas otras que recibo durante el día. Su voz me gustó, suele atraerme a la hora de concertar una sesión tanto el tono de voz como las formas. Detesto el dinero ganado de cualquier forma ya que tarde o temprano puede hacer daño a uno mismo. Retomo el asunto que me ha llevado a realizar este escrito para mis seguidores o lectores. Quiero, mejor dicho si me permites, necesito estar atado virtualmente de pies y manos mediante la ansiedad y emoción de recibir un escrito o una llamada reclamando algo de mí, un servicio, una acción, preparar y pagarle un viaje, comprarle ropa, juguetes, buscar algo o alguien, organizar cualquier cosa, dejarme darle los buenos días porque el haber despertado es pensar en ella. Tenemos que hablar muy muy detenida y claramente. Busca día y hora, yo te diré el lugar de encuentro.
Todo el mundo tiene capacidad a adeudar coitos de forma autorizada por ambas partes, ya sea presencialmente u online. Miles de mujeres, hombres y parejas bisexuales buscan contactos y citas casuales. El sexo incumbe mucho, y tienes aquí muchas facilidades para asociar con hombres y chicas adultas temerarias y alegres. Tiene 59 años, cm, 95 kg, pasivo total, es impotente, casado, y muy discreto. Es una buena puta obediente y muy humillable. Yo lo he usado dos años para que viniera a mi oficina a comerme la polla y tragar calostro, o se la mamara a alguien de mis clientes. Es perfecto para mamadas rapidas: llega, chupa, traga la leche, y desaparece. Si te quieres quedar con mi esclavo, escríbeme. Solo quien viva solo o tenga sitio.