Happy ending. Camarero, dependiente Esta joven, que no ha querido revelar su identidad y a quien llamaremos Carmen para facilitar la lectura, decidió buscar trabajo para poder sobrevivir en su etapa de estudios. Y otras hacen lo mismo Miguel Sola Desesperada por un poco de 'cash', revisó religiosamente los anuncios de trabajo en periódicos y portales online hasta que un día encontró algo que parecía extremadamente prometedor: Masajista profesional, decía el anuncio. Ya sé que hay salas de masajes y 'salas de masajes' guiño guiñoasí que me puse en guardia cuando llegué. Pero todo parecía profesional y limpio, y los trabajadoras por cierto, todas mujeres vestían un elegante uniforme blanco almidonado que las hacía parecer enfermeras. La entrevista fue bien. La encargada y yo compartimos nuestras vivencias y gustos por los paseos a caballo. Aunque estaba bien después de su extraño debut laboral, decidió que el trabajo no era para ella Eres exactamente el tipo de terapeuta que necesitamos aquí, añadió su 'futura' jefa.
Como muchos colegas, empezó a atender a sus primeros clientes en su genuino domicilio. Preparó una habitación solo para este propósito y puso anuncios para promocionarse en internet: Me fijé que muchos ponían 'no final feliz' y yo también lo puse. Al algo tiempo, le pidió cita un arrapiezo con una contractura. Comenzó el amasamiento y, al rato, Marga le pidió que se diera la vuelta. Continuó con el masaje hasta que el cliente se quitó la toalla con la excusa de que le agobiaba. Le contesté que me daba gemelo, que se la volviera a aovar. Como pudo, Marga acabó el amasamiento y cuando el cliente se marchó, fue directa al baño a basquear.
Estaba caminando por Bangkok, cuando ya se había ocultado el sol y se encendieron las luces de los edificios. Disfrutaba de un panorama que carencia se parece al de mi localidad cuando, de pronto, se me acercó un tipo de mediana edad a pie. Me saludó apresurado y con tono amistoso, me preguntó de dónde era. Esta serie de cosas, las veréis sobre todo si decidís ver Bangkok y algunas de sus zonas o lugares, como es por antonomasia, por las calles del Mercado Noctámbulo de Patpong.
Individuo de esos métodos es el amasamiento nuru, que proviene de la erudición japonesa y nos proporciona unos bienes que vale la pena estudiar. Pues bien, a través de una serie de aceites especiales que se colocan en todo el cuerpo del estoico para que así la terapeuta pueda desplazarse por cada rincón sin afincar estancada. El sólo hecho de que el paciente se acueste y sienta completamente a la otra persona ya es un plus inigualable. Por todos estos beneficios es que el amasamiento Nuru se ha popularizado en muchos países. Pues la verdad es que no existen protocolos previos.